Soy Nicol Santo. La familia de mi papá, que es quiteño, vive aquí. Mi papá era policía en Milagro y lo transfirieron acá. Yo era muy apegada a mi papá y mi mamá no quería al principio, pero pasaron dos años y me mudé a Quito. En Milagro, donde yo vivía, tenía a mis amigos en la escuela allá y vivía con la familia de mi mamá, con la cuál yo me crié. Estaba en 6to grado de escuela. Por eso me tocó cambiarme de escuela y repetir 6to curso. Aquí no tenía amigos, fue como empezar de cero. Vivimos con la familia de mi papá los primeros meses, lo cual nos traía muchos problemas. Fue muy duro vivir con ellos hasta que un día nos botaron, porque la familia de ellos no estaba contenta con la decisión de mi padre de casarse con una mujer de la costa. Vivimos unos días en un hotel, hasta que una tía nos ayudó hasta encontrar una nueva casa para arrendar e irnos a vivir los tres. Me he acostumbrado a todo aquí en Tumbaco, pero a veces pensamos si hemos hecho bien en venirnos a vivir acá por todo lo que hemos pasado, sobre todo con la familia de mi papá. Ahora ya tenemos casa propia y además tengo un hermanito.