Toparse con una antigua foto familiar o la de una persona en blanco y negro, desgastada por el tiempo, acompañada de frases únicas y con mucho sentimiento, tal vez no sea difícil, pero si estas las encontramos incrustadas en las fachadas de varias casas, como dándote la bienvenida o contándote quienes habitaron allí, es algo poco usual y que solo verás en el barrio de San Marcos, ubicado en el Centro Histórico de Quito.
La idea de colocar estas placas y dar vida a la memoria a los antiguos habitantes de la zona nació de la unión de los vecinos que conforman el Colectivo Cultural San Marcos y que coinciden en que en este lugar, lo cotidiano es mágico, habitar una casa, a veces de más de cien años, significa convivir con la memoria de quienes vivieron allí antes.
Para dar vida a este proceso que lo llamaron “EL PASEO DE LA MEMORIA” y colocar las placas en cada una de las casas, con la respectiva foto y frase redactada por sus propietarios, se reunían por largas horas a contar sus vivencias, coincidiendo en que cada familia tiene sus fantasmas viviendo ahí, y que muchos de ellos han tenido encuentros paranormales, eventos que no los incomoda ni causa miedo alguno, sino más bien les tienen respeto y que han aprendido a vivir así.