Corría el año 2011 cuando los miembros del Colectivo Cultural San Marcos (CCSM), una agrupación de vecinos que lleva poco más de una década rescatando el patrimonio vivo de su barrio, decidieron crear un proyecto que sirviera para inmortalizar las historias de las familias que han vivido en San Marcos hasta por tres generaciones.
En un principio, la idea era producir un documental con las historias contadas en primera persona, pero al poco andar pensaron que era mejor opción hacer algo que perdurara y que efectivamente pudiera ser visto por todos los vecinos y visitantes del sector. Entonces, con la ayuda de los chicos del Museo de la Ciudad, idearon Texturas del tiempo. El proyecto consistió en poner, en las fachadas de las casas, placas con fotografías de las personas o familias que han habitado en ellas.
Un fin de semana de 2011, en la Plaza de San Marcos, misma donde el CCSM improvisa su sede como un ágora abierta, colgaron todas las fotos con pinzas de ropa e invitaron a las familias a escribir un mensaje a mano en cada una de las baldosas (placas). La convocatoria resultó todo un éxito y contó con la masiva adhesión de abuelos, padres y nietos. Las placas fueron llevadas a un horno en Tumbaco y al cabo de una semana fueron instaladas en los mismos puntos donde hoy continúan testificando silenciosamente la historia de San Marcos.